viernes, 23 de abril de 2010

PRIMEROS INTENTOS DE ORGANIZACIÓN



Poco después que se constituyó este primer sector se creó una junta de mejoras liderada por los señores Archila y Murallas, entre otros para mejorar las condiciones de vida que en ese momento tenían los habitantes del barrio.

Durante aquella época no se contaba con servicios públicos de ningún tipo, obviamente entonces en lo que concierne al agua, elemento vital a todo humano, está tenía que ser traída por los habitantes en canecas de enorme tamaño que por lo general tenían que ser arrastradas por animales, es decir se utilizaban las zorras para  llevar el agua a esa primera etapa del barrio Venecia.

Durante el período comprendido entre 1958 y 1960 aproximadamente se instaló el acueducto en el barrio, aprovechando que la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá estaba instalando las redes de acueducto por todo el sector, lo que hoy corresponde a los barrios Delicias, Muzú, Alqueria entre otros.


Luego vino la segunda etapa que comprendía los terrenos limitados por lo que es hoy la Avenida de la iglesia hasta Colmotores y finalmente hacia el año de 1962 se construyo el tercer sector del barrio, los predios comprendidos por lo que es hoy la  carrera 54 y la Avenida Boyacá.


Hasta ese momento el barrio se llamaba La Laguna, debido a su vegetación y características del terreno antes de ser urbanizado. Pero poco después, los habitantes por el hecho de identificarse con el pensamiento del Papa Juan XXIII, quién con sus encíclicas siempre definía a la clase trabajadora, decidieron cambiar el nombre por el lugar natal del Papa, fe así como se cambió al de Venecia.


Dentro de las anécdotas más importantes para recordar está la misma creación de la iglesia del barrio, la parroquia de Santa Cecilia, la cual fué donada por el mismo Don Pedro Navas Pardo junto con las imágenes que aún hoy en día se sitúan en las afueras del templo y son su más vivo testimonio.

Incluso la sencilla imagen del Cristo que aún hoy se encuentra en el templo fué donada por Don Pedro Navas.

Tal vez por el amor a la música que tuvo siempre Don Pedro Navas se tuvo en cuenta también el mismo nombre de Santa Cecilia, Patrona de los músicos.




Cabe recordar que ya para esa época debido a las reformas que había introducido el Papa Juan XXIII, quien escribiera esa popular encíclica Populorum Progressio se habián hecho las reformas necesarias para que al interior de los templos católicos no se contara con multitud de imágenes de santos que más que recordar el fervor daban por momentos la sensación de costumbre pagana.

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